BPC vs BPM

Dos visiones distintas para gestionar procesos de negocio


Business Process Management (BPM) es un enfoque sistemático para automatizar procesos de negocios de las organizaciones, a través de la colaboración entre las áreas de Administración y Tecnologías de la Información.

Business Process Control (BPC) es una metodología para estandarizar y sistematizar procesos de negocios mediante su ordenamiento en fases funcionales, en donde la simplicidad de su implementación y gestión le permite a las áreas administrativas tener mayor participación y control sobre sus propios procesos.

La diferencia entre automatizar y controlar es grande, porque el automatizar implica definir claramente todas las variables y reglas de negocio necesarias para que funcione el proceso, automatizar es como programar, si falta una variable en el código, el programa no corre, en cambio, el control de procesos implica sólo vigilar que los puntos claves de un proceso se efectúen, sin reglas de negocio complejas.

Otra diferencia radica en la interoperabilidad, los BPMs por su concepción proponen múltiples conexiones directas con otras aplicaciones normalmente mediante Arquitectura orientada a servicios (SOA), y por otro lado, un BPC propone conexiones puntuales principalmente con el objetivo de evitar la doble captura de datos.

Los BPMs requieren para su implementación del diseño de un diagrama de flujo detallado preferentemente bajo la nomenclatura BPMN, y los BPCs sólo requieren la definición de los puntos claves de control, agrupados por fases operativas.

Los diagramas de flujo permiten una gran flexibilidad, lo que da la oportunidad de crear en un solo diagrama macroprocesos con procesos y estos con subprocesos, incluso tener múltiples entradas y también múltiples salidas. Todo esto suena bien, pero muchas veces se terminan definiendo sistemas increiblemente complejos, muy tardados de estructurar y en consecuencia todavía más tardados de implementar.

Los BPCs por su lado, parten siempre de un proceso, organizándolo de tal forma que se presente con una entrada clara, un nivel de avance lógico secuencial y una salida clara.

Los BPMs para el manejo de documentos digitales requieren conectarse con otras herramientas que realicen esta función como los Gestores documentales (SDMs), y un BPC integra de forma natural la gestión estandarizada de documentos corporativos. En otras palabras un BPM tiene una naturaleza meramente transaccional y un BPC tiene una visión de gestión de evidencias estandarizadas, ya sean documentales o transaccionales.

Se requiere un BPM cuando:

  • El proceso es complejo, meramente transaccional y se requieren gestionar varios miles o millones de transacciones.
  • Se quiere que las personas no tomen decisiones, y en consecuencia, solo puedan hacer lo que está programado en el BPM.
  • El proceso sea tan importante que para su automatización se puedan dedicar varios meses o incluso años en su implementación, y se tienen suficientes recursos económicos para financiar servicios profesionales por ese tiempo.
  • Es importante utilizar SOA para conectarse con múltiples aplicaciones de la empresa.
  • Se está consciente que por su complejidad de implementación, su uso se restringirá sólo a algunos macro-procesos clave.

Se requiere un BPC cuando:

  • Los procesos se pueden estructurar de tal forma que cuenten con un inicio y fin claros, y existe un nivel de avance lógico secuencial.
  • Las personas a cargo del proceso son capaces de tomar decisiones.
  • Se buscan tiempos de respuesta muy rápidos, desde unos días hasta algunas semanas.
  • Se requiere utilizar la misma herramienta y lógica de implementación para extender la estandarización de procesos de negocio y medición del desempeño hacia otras áreas de la organización de forma simple.